Dentro del área de los antecedentes podemos distinguir las dos etapas de "profesionalismo" que se dieron. La primera (1530-1540), donde los principales temas son de pasión amorosa, adaptados a personajes de tipos sociales.
La segunda etapa (1540-1560), donde las obras ya estaban encaminadas hacia públicos específicos, se incrementaron las repesentaciones y se adaptaron textos de clásicos latinos al castellano.
En el rubro de la comedia de aquella época, se pasó de la erudita a la polpular, donde el actor era el principal protagonista, acaparando la atención del público a través de los llamados "introitos".
Con respecto a la obra de Lope de Rueda considero que es importante señalar algunos de los aspectos que pueden llegar a ser importantes para nosotros como estudiantes de actuación dentro de nuestro conocimiento y apendizaje.
Sus trabajos fueron publicados póstumamente en 1567 por el librero editor valenciano Joan de Timoneda, que retocó ciertos pasajes de los textos:
"Viniéndome a las manos, amantissimo lector, las Comedias del excelente poeta, y gracioso representante Lope de Rueda, me vino a la memoria el desseo y affectación que algunos amigos y señores míos tenían de vellas en la provechosa y artificial emprenta. Por do me dispuse (con toda la vigilancia que fue possible) ponellas en orden, y sometellasbaxo la correctión de la sancta madre Yglesia. De las quales por este respecto, se han quitado algunas cosas no lícitas y mal sonantes, que algunos en vida de Lope havráoýdo. Por tanto miren que no soy de culpar, que mi intención es la que me salvaVid. Rueda (1567) «Epístola satisfactoria de Joan de Timoneda al prudente lector».Descartan Pedraza/ Jiménez (1980: 299)la posibilidad de que Lope de Rueda pueda considerado propiamente como un intelectual, se trataría más bien de "un hombre en permanente contacto con la escena". De manera que, según indican dichos críticos, no se interese por el teatro grecolatino, sino por la literatura que en esta época estaba más en boga y que venía de Italia. Acerca de las fuentes, Listerman (1980) indica que el argumento de Eufemia viene del Decamerón (segundo día, cuento noveno), que Armelina está basada casi integralmente en Ilservigiale de Juan Giancarli, mientras que Los engañados corresponderían al modelo de Gl'ingannati. Sin embargo, se ha dejado constancia fundamentalmente de la influencia del teatro de la Commediadell'arte. El citado crítico, como muchos otros, fundamentan esta afirmación en la presencia del citado Mutio en Sevilla; no obstante, Diago (1990) lo pone en duda de la misma manera que se interroga sobre la posibilidad de que este cómico italiano estuviera realmente en la ciudad andaluza en la fecha citada (vid. supra). César Oliva (1988: 70), que también traza un paralelismo de los pasos con las fuentes italianas, aunque sin dejar de ver los elementos hispánicos, matiza lo que de improvisación podía haber en Lope de Rueda: "comedia all'improviso no quiere decir exactamente comedia para improvisar; lo que se improvisaba regularmente era el espacio en donde actuar, que variaba mucho de un lugar a otro"; proclamando más tarde que los textos del sevillano estarían más o menos abiertos, hasta que no fueron fijados por escrito por Timoneda. Diago (1990: 55) explica que el comportamiento artístico "tuvo que ser similar al que Timoneda explicitará en otros géneros literarios", ya que el valenciano se basó para su poesía tanto en los poetas cortesanos o los italiantas (Boscán o Garcilaso), como en los de cancionero (Fernández de Heredia) y en los poemas tradicionales, como los romances.Pero además Rueda añadió como fuente de inspiración la observación de la realidad cotidiana, de donde recogió tipos y costumbres. Tuvo, además, una gran sensibilidad lingüística hacia el habla de la calle, que utilizó en sus obras: prevaricaciones idiomáticas, errores, sintaxis desenvuelta, exclamaciones, refranes...En tanto que profesional de la escena, Lope de Rueda actuó con su compañía frente a numerosos públicos: para las clases medias urbanas (por ejemplo, con sus comedias o sus representaciones para las fiestas del Corpus), para los estamentos eclesiásticos (representó ante el arzobispo de Valencia), para la burguesía y nobleza urbana (con representaciones particulares en sus casas) y para la monarquía (representó varias veces ante la reina Isabel de Valois).PRIMEROS ENTREMESES
Cuando se habla de la teatralización del género se está haciendo hincapié en su carácter de ser
representado, de tomar vida frente a un escenario, con actores que cada vez más dominan los recursos de
gestualidades, espacios y tempos teatrales. De este modo, podemos decir que esta teatralización se inició
en España con Lope de Rueda, quien iba a tomar ciertas estructuras de la comedia italiana, hilvanando
los episodios en una pequeña estructura narrativa, o sea un canevá de actuación, en el que las acciones,
con un ritmo vertiginoso dado por el tempo del entremés, llevarían a un festivo, humorístico y a veces
carnavalesco desenlace.
Los personajes siempre de humilde condición eran mimados de tal modo, que iban troquelando en el
espectador una serie de gestualidades tipo, que de entrada sólo con aparecer en la escena provocaban
la risa (como sucede actualmente con géneros populares como la carpa, o los teatros regionales, que
presentan sketchs con tipos o roles canonizados). Frente a estos modelos escénicos, el gran reto para
Lope de Rueda, como para Cervantes y los entremesistas posteriores, fue hacer unas estructuras textuales
que, a la canonización de tipos y situaciones, brindarían una riqueza de constructo poético que los
individualizaría.
Timoneda fue el benemérito editor de las primeras colecciones de entremeses, y sin duda se puede
considerar a Lope de Rueda como el padre del género ya debidamente establecido, destacando en él su
inventiva, su vis cómica y una prosa capaz –gracias a su fuerza expresiva– de metamorfosear y transformar
en materia poético-dramática el principio mostrenco heredado. Los personajes del teatro renacentista se
fueron transformando y surgieron: el bobo malicioso y el rufián o soldado; en torno a estos personajes tan
ricos en posibilidades proxémicas, paralingüísticas y kinésicas se dieron el vejete, el estudiante tracista, la
casada infiel, el sacristán rijoso, el vizcaino y la negra, que como lo señala Jean Canavaggio: “encarnan en
el escenario inagotables oportunidades de expansión cómica”.
Cervantes sin duda fue atento lector de Lope de Rueda. En el prólogo de las Ocho comedias y ocho
entremeses nuevos, dice de él que es: “varón insigne en la representación y el entendimiento”, para más
tarde señalar “la excelencia y propiedad” de Rueda como autor de entremeses.
La información que comparto se me hace interesante, ya que da diversos enfoques de la trascendencia e importancia de Lope de Rueda para la constitución del teatro español. El texto está tomado de un artículo de opinión de la Revista Universitaria, escrito por Eugenia Revueltas Acevedo, espacialista en teorías y crítica literaria de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.
Pensando en Lope de Rueda y en lo que se dijo en esa clase sobre que: "agarró su carreta, formó compañía e iba representando sus obras"....me hace pensar en Teatro de Calle. Creo que este impulsor del profesionalismo del Teatro Español, era un revolucionario. Vemos pues que llevó y transformó la comedia erudita a la popular.
ResponderEliminarAlgunas características del teatro de calle son: "disminuir la diferencia entre el actor y el espectador, no sólo en el vestuario, sino también en la dramaturgia sencilla y los parlamentos breves, que simulan lo más posible un intercambio sobre algo común, a la vez que van develando el mensaje cultural".
Esto me parece lo mismo que hizo Lope de Rueda en su tiempo. Sacar de la iglesia, de lo "nice" al teatro, para llevarlo a algo más sencillo... para acercarlo al pueblo. Y es que todo es un circulo; es decir, creo que en nuestros tiempos, al menos en la sociedad mexicana, hemos llevado al teatro a los intelectuales, a los eruditos; necesitamos acercarlo al pueblo, hacer lo que hizo Lope de Rueda y que le valió la etiqueta del que "profesionalizó al Teatro". No digo que nos salgamos a las calles y que los edificios teatrales sean basura, sino que retomemos el tener en cuenta al espectador, a nuestra sociedad ENTERA. Formar público, como lo hizo Lope de Rueda....
Es todo sobre mi reflexión. Pero fue un hilar de pensamientos que surgió solo con la palabra..."carreta" y con la frase: "Pasó de la comedia erudita a la popular"....Si me piré, mil disculpas, jajaja.
ISAI REVELES